Aunque, en los últimos años se está tomando mucha conciencia alrededor de preparar la jubilación con tiempo, aún no existe ese concepto, que sí existen otros países del norte de Europa, de planificar el periodo de jubilación, del mismo modo que se planifica la etapa de formación o la etapa profesional.
La sensación de falsa tranquilidad que puede proporcionar el ahorro a través de productos como los planes de pensiones, junto a la futura pensión de jubilación, es un mal enemigo para una buena planificación que debería empezar siempre por analizar aquellas cosas que hay que valor y realizar como parte de nuestra estrategia para la jubilación:
No tener un proyecto o plan de jubilación
Según los expertos, la forma más adecuada que existe para planificar nuestra jubilación es por medio de un plan a largo plazo.
Este tipo de planes ayudan al usuario a detectar los posibles obstáculos con los que se va a encontrar lo largo del tiempo en relación a su jubilación. Además, sirve de mucha ayuda para planificar una estrategia eficaz en el momento de retirada.
Conviene hacer esto cuanto antes, piensa que, aunque la gente pueda decir que es exagerado comenzar a hacer este tipo de cosas siendo joven, es justamente el momento idóneo, ya que se necesitan años para conseguir ahorrar la cantidad que necesitamos para vivir lo mejor posible nuestra jubilación.
Controlar el impacto de los impuestos
Debemos tener muy en cuenta que los productos de ahorro, como es el caso de los planes de pensiones, el tipo de fiscalidad del que disponen es en diferido. Esto supone que vamos a tener beneficios fiscales a lo largo de la vida de nuestro producto, pero las complicaciones llegarán en el momento del rescate, ya que hay que hacerse cargo del tipo de tributación que nos corresponda.
Un error muy común es no tener en cuenta este aspecto, ya sea por falta de información o por despreocupación, hay que ser conscientes de que nuestra jubilación depende de este tipo de cuestiones, y que puede cambiar radicalmente si se ve afectada por alguna de ellas.
No utilizar el ahorro de la jubilación para otros fines
Esta situación ocurre si no somos previsores con las circunstancias también si nos gestionamos de mala manera, algo que a muchos usuarios les suele ocurrir.
En cualquier momento es posible tener algún tipo de urgencia económica, pero no es una justificación para echar el guante al dinero que tenemos ahorrado para nuestra jubilación, porque es un error garrafal. Si se da el caso de que sufrimos algún tipo de incapacidad laboral o enfermedad que nos impide trabajar, pues entonces puede que no quede más remedio que hacer uso de ese dinero, pero siempre con sentido común y responsabilidad.
Al comenzar cualquier tipo de ahorro, especialmente en este caso, es importante disponer de un fondo de emergencia. Ya que, como su propio nombre indica, sólo es para casos extremadamente necesarios, en momentos muy puntuales de nuestra vida.
También es importante destacar que no cualquier fondo nos permite hacer un rescate del dinero, por eso es importante informarse sobre lo que estamos contratando en todo momento.