Vaya por delante que, por muchas fórmulas, calculadoras, y métodos mágicos, es muy difícil saber con exactitud los datos que nos harían tener la certeza el 100% de que nuestras previsiones son correctas respecto a la situación económica en la que quedaremos tras la jubilación.
Es importante tener esto en cuenta porque, siempre hablaremos de promedios, de estimaciones, y de escenarios. Pero nunca de certezas.
Hay que tener en cuenta aquí, que no sabemos a ciencia cierta el futuro a plazo medio de sistema público de pensiones, con lo cual, ahí tenemos un factor fundamental. Tampoco sabemos cómo evolucionará en el futuro la economía, hasta qué punto en 20 años, por ejemplo, se habrá modificado el valor del dinero, donde estarán los tipos de interés, etc.
Sin embargo, si tenemos algunos métodos o ideas para calcular y hacer un promedio más o menos confiable, que al menos nos permita guiar nuestro ahorro y saber si estamos bien o mal encaminados.
Cómo establecer una referencia para saber si estás ahorrando bien para tu jubilación
Para empezar, debemos tratar de entender qué es lo que pretendemos con el ahorro para la jubilación. Ya que esta es la clave para el cálculo.
En general, el objetivo aceptable para el ahorro para la jubilación será el poder, combinado con la pensión de jubilación, mantener el poder adquisitivo, y por tanto el nivel de vida de jubilado.
Tomando como referencia las pensiones actuales, en la mayoría de casos la disminución del nivel de vida será notable, con lo cual, ese es el hueco que debe cubrir el ahorro para la jubilación.
Teniendo esto claro, los pasos a seguir para saber si estamos ahorrando de manera correcta son los siguientes:
- Calcular nuestra pensión según las pensiones actuales: esto relativamente fácil, y existen calculadoras por Internet que lo hacen, pero simplemente se trata de utilizar la base reguladora, los años cotizados y los mínimos y máximos de pensión
- Calcular la pérdida de poder adquisitivo: esto es un poco más difícil. Teóricamente, la diferencia entre el salario que se percibe y la pensión que se percibirá debería ser el hueco a rellenar en la pérdida de poder adquisitivo, pero no es así. Generalmente la jubilación hay algunos grandes gastos que ya han desaparecido, por ejemplo, las hipotecas, lo cual modifica de manera notable este cómputo. Sin embargo, pueden aparecer otros gastos que antes no existían, gastos relacionados con el ocio, con la salud, etc. lo ideal es tratar de establecer un promedio calculando el momento de amortización de la hipoteca y dejando un margen para nuevos gastos, que puede ser un 30% o un 40% del coste de la hipoteca.
- Con los datos anteriores ya podemos realizar un cálculo anual en el cual veremos la diferencia estimada de ingresos, que sería la que debería cubrir el ahorro para la jubilación el siguiente paso será multiplicar esa diferencia por un periodo de años que, habitualmente, se recomienda no sean inferiores a 20 y, sumar una apreciación media del IPC por año, para extraer esta apreciación media puedes utilizar las últimas series históricas del IPC y extraer una media.
El resultado, aun siendo muy especulativo, nos situará en un escenario bastante similar al que nos vamos a encontrar con un margen de error relativamente amplio, pero sobre todo, nos hará ver claramente la necesidad del ahorro complementario a través de cualquier tipo de producto modelo de inversión.