Una de las recomendaciones más habituales en el ahorro para la jubilación es ir graduando la estructura de la composición en la cartera de ahorro según pasan los años. Vamos a tratar de explicar los motivos por los que esto es importante.

En primer lugar, se debe tener en cuenta que no hay que considerar un proceso de ahorro para la jubilación como una estrategia lineal en el tiempo.

Si damos por buena la idea de comenzar a ahorrar cuanto antes para la jubilación, entendemos que estaremos ahorrando en plazos que pueden ir entre los 25 a los 35 o más años. Obviamente en todo este tiempo se generan modificaciones a nuestra forma de ahorrar.

Pero, además, de manera habitual, cada cierto tiempo deberemos realizar un repaso profundo a la estructura de nuestro ahorro.

Por qué se debe modificar la cartera de ahorro con el paso del tiempo

Podríamos citar motivos muy diversos en este sentido, pero, el principal de ellos tiene que ver con el objetivo para el ahorro de jubilación.

El objetivo del ahorro de jubilación no es otro que, en el momento del retiro profesional, poder contar con una cantidad de dinero complementaria a la pensión de jubilación para no perder poder adquisitivo.

Ahora pensemos lo siguiente: si durante toda la duración de la vida de esta cartera de ahorro mantenemos una política agresiva de inversión para buscar mayor rentabilidad, pero asumiendo mayor riesgo, puede ser que, en los años previos a la jubilación, se atraviese un periodo complejo de mercado y perdamos buena parte de la cartera.

Obviamente esto va en contra de todos los principios de una cartera de ahorro para la jubilación.

En general este tipo de ahorro debe atravesar al menos tres fases:

1. Fase de creación de la cartera: es la fase donde se debe tomar más nivel de riesgo para buscar mayor volumen de rentabilidad
2. Fase intermedia: en esta fase, aunque continuaremos buscando rentabilidad, comenzamos a proteger el capital acumulado con inversiones que mejoran la relación entre el riesgo y el potencial de rentabilidad
3. Fase de consolidación: sería la fase final del ahorro para la jubilación en la cual ya no exponemos nuestro capital. De manera que se inicia la fase reduciendo el nivel de riesgo para en los últimos años reducirlo a la mínima expresión

No existe un baremo universal que pueda decirnos exactamente cuándo saltar de una fase a otra, de hecho, además las fases son graduales, es decir no se pasa de cero a 100 en una única decisión. Por ejemplo, la fase de creación de cartera, que podría ir entre los 25 años hasta los 40 años, no será homogénea, podrá iniciarse muy agresiva con mucha presencia de renta variable, pero se irá graduando a medida que se acerca el cambio de fase para reducir la renta variable o los activos de exposición al riesgo e introducir elementos más seguros de inversión como renta fija.