Luego de que el Banco de España acordó la intervención de La Caja de Ahorros de Caja Castilla-La Mancha comenzaron los grandes temores por la seguridad de nuestros ahorros.
En España, el instrumento que garantiza los ahorros confiados a la banca es el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), el cual se encuentra dotado con cerca de 7.000 millones de euros.
Pero lo que sucede en el caso de Fondos de Pensiones, es que no se encuentran respaldados por el FGD, ya que si la entidad gestora quiebra, quien se encarga de la seguridad de nuestros ahorros es la entidad depositaria. Recordemos, que la entidad gestora es la encargada de administrar y representar a los Fondos de Pensiones, es decir que su actividad exclusiva es la administración de dichos Fondos, por lo cual reciben una comisión de gestión por el desempeño de sus funciones, que no podrá superar el 2% anual del patrimonio del Fondo.
De esta manera el dinero queda protegido por el depositario, que es una entidad distinta controlada debidamente y encargada únicamente de custodiar el dinero, con lo que es difícil que pueda tener problemas de solvencia. La depositaria debe ser una entidad de crédito, es decir, una empresa que tenga como actividad recibir fondos en forma de depósito, crédito, cesión temporal u otras, que lleven aparejada la obligación de su restitución, como los bancos privados, las cajas de ahorro y las cooperativas de crédito. La principal misión de la depositaria es la custodia de los valores y demás activos financieros integrados en un Fondo de Pensiones, y en remuneración por sus servicios, esta entidad percibirá una comisión máxima del 0,50% anual del valor nominal del patrimonio custodiado.
Además, en los planes de pensiones existe una Comisión de Control que se encuentra formada por representantes del promotor, partícipes y beneficiarios, que es la encargada de supervisar el funcionamiento y la ejecución de cada plan.