No es ninguna novedad que los autónomos no son bien tratados en España, no sólo cuando están desarrollando su actividad, sino que cuando se jubilan tampoco son reconocidos como el resto de los trabajadores, sobre todo si cotizaron sobre la base mínima. Después explicaremos las opciones y como poder contar con más dinero cuando nos jubilamos, pero la respuesta a la primera pregunta es que un trabajador autónomo que cotice por la base mínima le espera una pensión ligeramente superior a la pensión mínima establecida por la ley… siempre que acceda al 100% de la base reguladora. En caso contrario, es más que posible que su pensión sea inferior como informa el Instituto de Pensiones del BBVA. En cualquier caso, la pensión de jubilación será muy limitada por lo que es momento de trabajar en un plan B.
Lo primero que hay tener en cuenta es que el gran problema para un autónomo es tener una base de cotización baja a lo largo de nuestra carrera. Bien sea por adolecer de mentalidad de largo plazo o por desconocimiento del sistema público de pensiones o por la necesidad de liberar todo el capital posible a corto plazo para garantizar la viabilidad de la actividad, lo cierto es que son muchos los autónomos que tienen una base de cotización baja. Es el conocido pan para hoy y hambre para mañana. Hay que recordar que para calcular la pensión se está empezando a calcular sobre los últimos 25 años cotizados, antes era sobre los anteriores 15 antes de la jubilación. Eso quiere decir que si nos jubilamos a los 65 años, de cara a la jubilación la base de cotización nos empezará a contar a partir de los 40. Es importante señalar, también, que a partir de los 47 años, los trabajadores dejan de tener libertad para elegir su base, por lo que a partir de esa edad ya no se podrá aumentar.
Dicho esto, el consejo principal es que si las cosas van bien o creemos que tenemos margen vayamos aumentando nuestra base de cotización antes de los 47. Además, es buena idea intentar ahorrar algo por nuestra cuenta, aunque sea una pequeña cantidad cada mes, porque grano a grano se hace granero. Por último, debemos pensar en evitar las lagunas de cotización pues a la hora de calcular nuestra pensión éstas tienen valor 0. Por muy mal que vaya el negocio, es bueno seguir aportando nuestras cotas a la seguridad social. De hecho, aunque cese el negocio podemos seguir cotizando, gracias a la suscripción de un convenio especial con la Seguridad Social para evitar esas lagunas con el fin de asegurarnos, al menos, el 100% de nuestra jubilación, ya de por sí baja, sin restricciones.
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