Seguro que muchas veces cuando has escuchado hablar en una conversación económica sobre los perfiles de riesgo te has quedado pensando en qué es eso. Sin duda, es importante saber en qué invertimos o por qué debemos hacerlo en un sitio y no en otro. De base lo primero que debes tener en cuenta es que existe el perfil de riesgo conservador, moderado y decidido, y como habrás podido adivinar se refieren a lo que estás dispuesto a arriesgar tus ahorros. Como todo en la vida, cuanto más arriesgas más puedes ganar, pero también lo puedes perder todo.
De esta manera, entendemos como perfil de riesgo conservador a los inversores que no quieren sobresaltos e invierten a largo plazo. Ganarán sin arriesgar, pero cantidades mínimas. Sus productos estrella son los depósitos y pagarés bancarios, amén de las imposiciones vinculadas a activos financieros. Si hablamos de acciones, este perfil apostará por invertir en grandes empresas del mercado por su estabilidad y recursos para generar beneficios.
El perfil de riesgo moderado es aquel que arriesga un poco más que el conservador, dentro de unos límites lógicos, para tratar de obtener mayores rentabilidades a medio plazo. Apuestan por productos financieros donde el reparto entre renta fija y variable se divide al 50%. Este perfil conocer el mercado y sabe cuándo es el momento ideal para invertir. Puede inclinarse por comprar acciones de compañías defensivas o que cuenten con un amplio pago de dividendos que les reporten una renta anual.
Por último, encontramos el perfil de riesgo decidido. En este grupo se encuentran los inversores con mayores conocimientos técnicos del mercado y quieren rendimientos a corto plazo. Saben a qué apostar para ganar enseguida, acuden a renta variable en el 80%. Se decantan por empresas en fase de crecimiento, nuevas tecnologías y los mercados emergentes. No dejan de lado, tampoco, las divisas. Dentro de este grupo podemos encontrar también a los agresivos, que pueden especular para obtener entre un 30% y un 40% de rentabilidad, aún sabiendo que la aventura puede tener un final infeliz.
Por lo general, lo lógico es pensar que una persona que empieza a ahorrar desde joven puede apostar por una posición más decidida con la certeza de que los cambios en el mercado terminarán tirando hacia arriba de sus inversiones a largo tiempo, pero debe ser consciente de que puede tener épocas en las que las cosas no vayan nada bien. Además, puedes ir cambiando tu posición a más conservador según pasen los años para proteger, para no exponer demasiado tus ahorros. Sin embargo, una persona que empieza a invertir cerca de la jubilación y no quiere riesgos apostará por una posición más conservadora. Sabe que ganará poco, pero va sobre seguro. Y es que a medida que nos vamos haciendo mayores pasamos de arriesgar mucho a volvernos más conservadores. Y en las finanzas también.
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