Al llegar el retiro, los pensionistas ven recortada de media el 26% de su capacidad económica respecto al salario.
La jubilación ideal es aquella que permite mantener la calidad de vida que se tenía hasta antes de retirarse. Sin embargo, no siempre se logra y resulta bastante habitual perder capacidad económica entre el último sueldo que se recibe y la primera paga de la pensión. Sea ésta únicamente pública o bien compensada con un plan de pensiones privado.
¿Cuántos ingresos se pierden en el momento de la jubilación?
Para hacerse una idea de lo que supone esa diferencia de ingresos entre la jubilación y el salario, es preciso recordar que el perfil medio del pensionista español es el de una persona que se jubiló a los 62 años y que cobra de pensión 1.320 euros, frente a los 1.800 euros que, de media, cobraba de salario. Es decir, casi 480 euros de diferencia
De esta manera, la pensión supone un 26% menos de ingresos para los pensionistas con respecto a su sueldo antes de jubilarse. Así se desprende de una encuesta llevada a cabo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre una muestra representativa de la población española de 60 a 79 años (1.557 personas).
Teniendo en cuenta estos datos, es fácil que surja una de las ‘preguntas del millón’ sobre el papel del ahorro: ¿cuánto dinero es necesario acumular para mantener la calidad de vida que se tenía como asalariado?
Cuándo, cómo y en que condiciones acceden los pensionistas a la jubilación
Además de realizar este sondeo, los especialistas de la OCU se han interesado en conocer cuando, cómo y en qué condiciones acceden a la jubilación los pensionistas en España. También se han preguntado por las costumbres y por la calidad de vida de las personas después de la jubilación. La misma encuesta se llevó a cabo en otros países de Europa, como Bélgica, Italia y Portugal.
«En España nos jubilamos de media más tarde que nuestros vecinos europeos, a los 62 años, frente a los 61 de Bélgica, los 60 de Portugal o los 56 de Italia. La edad real a la que nos jubilamos los españoles ha ido subiendo de forma paulatina durante los últimos 20 años. De los 60,5 años de media de quienes se jubilaron entre 1995-99 se ha pasado a los 63,4 de quienes lo hicieron en los dos últimos años», señalan los autores del estudio.
Diferencias en las pensiones entre comunidades autónomas
Desde el punto de vista económico, la consecuencia más importante de la jubilación es la ya mencionada pérdida inmediata de ingresos. Como promedio se pasa, tal y como se ha señalado, de un salario de 1.800 euros a una pensión media de 1.320 euros, pero existen notables diferencias entre comunidades autónomas. De esta manera, según datos de la OCU, la distancia entre unos y otros puede ir desde los 1.515 euros que ingresa un jubilado en el País Vasco frente los 910 en la Región de Murcia.
Dependencia de la pensión pública
Por otra parte, uno de cada cuatro jubilados tiene su pensión pública como única fuente de ingresos. Otras fuentes complementarios al sistema público de pensiones son la pensión del cónyuge (55%), ingresos procedentes de inversiones o ahorro (depósitos, acciones, bonos, etc.) en un 26% de los casos, planes de pensiones privados (18%) o el alquiler de inmuebles (18%).
Entre los jubilados cuyo único ingreso es la pensión, un 23% declara que no le alcanza para vivir con dignidad, porcentaje que sube al 32% en la zona centro. La existencia de familiares a su cargo (17%), que uno de ellos sea enfermo crónico (11%) o el hecho de tener que seguir pagando un crédito hipotecario son las principales causas de estas estrecheces económicas.
Uno de cada tres vive peor después de jubilarse
El estado de salud y la reducción de ingresos de los jubilados afecta a su calidad de vida: uno de cada tres jubilados reconoce que ésta empeoró tras retirarse. Esto ocurre especialmente en aquellos jubilados que tienen ingresos más bajos y se han quedado por debajo del umbral de los 1.500 euros mensuales de pensión. Por el contrario, un 20% de los que tienen un umbral más alto de renta, dice que su calidad de vida ha aumentado.
Además, la jubilación supone un cambio de hábitos: se practican más actividades tranquilas, tales como caminar, pasar tiempo con la familia o actividades culturales. Pero la falta de dinero también supone cambios importantes: un 44% ha renunciado a la ayuda doméstica; un 40%, a comprarse un coche; un 30%, a realizar viajes o salir a comer fuera; y, por ultimo un 27% no puede ayudar a su familia como le gustaría.
¿Falta de previsión frente al retiro?
Sin embargo, a pesar del gran impacto que tiene la jubilación en la economía de los ciudadanos, pocos son los que se preocupan por sus ingresos en el futuro. El 46% de los encuestados por la OCU se arrepiente de no haber preparado mejor su jubilación, siendo el 41% previsor financieramente respecto a su retiro. De ellos el 62% lo hizo a través de un plan de pensiones, el 28% con otros productos bancarios y el 23% complementa sus ingresos con el alquiler de inmuebles.
Haya o no falta de previsión por parte de los pensionistas o los que algún día lo serán, es evidente que el momento de la jubilación es delicado y conviene prepararlo lo mejor que se pueda.