Para las parejas en algún momento surgirá la duda sobre cómo gestionar la economía personal. Existen tantas formas casi como personas, y no podemos decir que ninguna sea la mejor. Y esto, también lo podemos llevar al ahorro para la jubilación donde es posible plantearse el ahorro individual o el ahorro en pareja.
No existe una receta mágica. Realmente la economía doméstica se gestiona como más cómodo hace sentirse a los integrantes de la misma. Sin embargo, hay dos grupos muy definidos en los que, luego, se pueden enmarcar algunos subgrupos. Quienes gestionan sus finanzas de manera individual, o quienes lo hacen en común.
Esto, que se puede aplicar al día a día, llegará un punto que también se incorpore a otras cuestiones económicas, como por ejemplo la inversión o el ahorro para la jubilación.
Qué significa ahorrar como individuos o ahorrar como pareja
Si lo analizamos desde la perspectiva de los productos financieros, y más concretamente de los planes de pensiones, deberíamos fijarnos en la fiscalidad, en la limitación máxima de aportaciones, etc. Pero en este caso nos centramos más en el concepto, en sí es mejor que cada parte de una pareja decida cómo emplea su dinero para el ahorro o inversión para la jubilación, o que lo hagan en común.
A favor y en contra del ahorro en común
El principal motor del ahorro en común es el músculo financiero que se duplica respecto al ahorro individual. La construcción de una cartera de ahorro de inversión no será lo mismo con una cifra o con la misma cifra por doble. Máxime cuando, tengamos en cuenta, en una cartera de ahorro para la jubilación, apostamos por el largo plazo y por el efecto bola de nieve del interés compuesto.
Y, sin embargo, también, lo que es su principal pro, se convierte en su principal contra. Todo el ahorro se encuentra unificado en una misma cartera y dependemos de una única política de diversificación. Por tanto, esa diversificación y esa cartera es central para el ahorro de la jubilación de la pareja.
A favor y en contra del ahorro por separado
A favor del ahorro por separado, en primer lugar, encontramos obviamente la libertad de decisión. La libertad de decisión sobre la inversión o ahorro es un elemento importante en las finanzas personales, y para muchas personas irrenunciable. Esta libertad de inversión, probablemente en un ahorro conjunto se ve coartada por los sentimientos y emociones inversores de la otra parte. Por otro lado, dos modelos diferentes de inversión, van a suponer realmente una doble diversificación, además de la propia. Si se mantiene un proyecto de pareja a futuro, lógicamente esto enriquece más el potencial del ahorro.
Sin embargo, en contra del ahorro por separado debemos hacer notar la debilidad de separar posible capital más amplio para operar en conjunto. También, que no son decisiones consensuadas, y que en este caso las diferencias de emociones inversoras, pueden ser problema que acaba saltando otros ámbitos de la pareja.
En cualquier caso, no existe mucha teoría escrita, pero, lo que sí parece poner de acuerdo a todo el mundo es la necesidad de consenso en la toma de decisiones independientemente de que los modelos operacionales sean unos u otros.