Aportaciones: ¿una salida a un futuro sombrío?

Hace unos días se ha desatado un debate entre el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho.

Si hasta ahora no estaba preocupado por su pensión de jubilación, entonces podría comenzar a preocuparse. Este debate esta centrado en la duda que existe en cuanto que el sistema de Seguridad Social no pueda garantizar la cobertura actual dentro de 20 años.

Quienes tengan entre 40 y 50 años de edad son los que deben estar preocupados y asegurarse una jubilación a través de algún sistema de ahorro alternativo, ya sea un plan de pensiones o un plan de previsión asegurado.

Según los expertos las reformas que necesitará el actual sistema de pensión pública reducirá ésta a un 60% del último sueldo, en el mejor de los casos. Las personas que estén próximas a la edad de jubilación no tienen que preocuparse por el importe de su pensión actual.

Dicha preocupación se refieren a las pensiones que tendrán que pagarse dentro de 15 ó 20 años, ya que para entonces, según los cálculos de los expertos, la tasa de pensionistas duplicará a la actual y las cotizaciones de la población activa no serán suficientes para garantizar la cobertura actual que, de media, ronda el 83% del último salario cobrado antes de jubilarse.

Desde ya sabemos que un plan de jubilación no es algo que se pueda improvisar de la noche a la mañana, sino que hace falta unos 20 años para que las aportaciones que realicemos puedan cumplir su función y servir de complemento de ahorro a la pensión publica. Por eso, se aconseja calcular la pensión con suficiente tiempo para conocer nuestras necesidades.

Según los expertos, si se comunica la situación actual a la población y se fomenta con fuertes campañas fiscales el ahorro privado para la jubilación, todavía habría tiempo para que los partícipes que ahora tienen alrededor de 40 años puedan llegar a la edad de retirarse con un capital capaz de cubrir la brecha económica que se producirá entre su último salario y la pensión.