3- Crea ingresos pasivos
Otro clásico que resulta más fácil de decir que de hacer. Por ingresos pasivos se entienden los que no están directamente relacionados con el trabajo. Los dos ejemplos más característicos son el alquiler de vivienda y los negocios de vending. En ambos casos, el tiempo y esfuerzo que se necesita para obtener el dinero cada mes es más que limitado: poco o nada en el alquiler de vivienda y el esfuerzo de reponer existencias en la máquina de vending.
El mayor inconveniente en este punto es que para alquilar antes hay que haber comprado una casa y eso es algo que no está al alcance del todo el mundo. Por fortuna, internet ofrece infinidad de posibilidades de obtener rentas pasivas a través de tiendas online y páginas web de bajo manteniento. Posiblemente ninguna te saque de pobre, como suele decirse, pero entre varias de ellas encontrarás una fuente de ingresos complementaria.