La edad es una variable fundamental para determinar la combinación de renta fija y renta variable de tu plan de pensiones: te contamos la proporción que te conviene más a partir de los 20, los 30, los 50, los 55 y hasta los 60 años.
Que el sistema público de pensiones está es crisis no es precisamente un secreto. Resulta evidente que, tal y está organizado en la actualidad, no es viable. No sólo a largo plazo o a medio término, sino que ni siquiera en un breve lapso de tiempo puede sobrevivir sin maniobras extraordinarias. Tan es así, que tanto este Gobierno como los anteriores se han visto obligados a tomar medidas extraordinarias para pagar las pensiones. Por ejemplo, sacar grandes cantidades de la hucha de las pensiones o, incluso, recurrir a préstamos del Tesoro Público para abonar las pagas extras de los pensionistas.
En espera de una reforma del sistema público de pensiones que parece no llegar nunca, las personas que aspiran a retirarse algún día con unos ingresos suficientes -es decir, con una tasa de sustitución razonable-, o al menos dignos, buscan alternativas en el sector privado. No sólo los que se encuentran ya cerca de la jubilación, sino también jóvenes que accedieron hace poco al mercado laboral. Incluso ciudadanos que aún no alcanzan la treintena tratan de complementar su posible paga de jubilación en el futuro.
En ese sentido, los productos financieros a los que más recurren los ahorradores son los planes de pensiones, dentro de los cuales hay diferentes tipos. Éstos vehículos de inversión a largo plazo presentan diversos perfiles en función de las personas que los constituyen, las obligaciones estipuladas o por cómo un determinado plan de pensiones invierte tu dinero.
Cómo distribuir tu plan de pensiones en función de tu edad
En el primero de esos tres casos, uno de los factores clave para dibujar el perfil del ahorrador es la edad. Como es lógico, una persona que acaba de empezar a trabajar no tiene el mismo bolsillo ni objetivos parecidos a los de un empleado con una dilatada trayectoria y cuyo retiro está ya próximo. En todo caso, habrá que ‘jugar’ con el margen temporal de maniobra, el grado de aversión al riesgo y las posibilidades de rentabilidad.
Así que, más allá de cuánto es aconsejable ahorrar antes de la jubilación y de las circunstancias particulares de tu caso (familiares, económicas, salariales etc.), debes tener presente tu momento vital para formar una u otra cartera de inversión. Te contamos cómo distribuir tu plan de pensiones en función de tu edad.
Eso sí, ten en cuenta que no existe una edad mínima para comenzar a ahorrar con la jubilación en mente. No obstante, lo que sí está claro es que cuanto empieces, más tiempo tendrás para ahorrar y menos esfuerzo ese ejercicio te supondrá.
El plan de pensiones a partir de los 20 años
El primer paso de cara al ahorro frente a la jubilación es conseguir trabajo. El segundo, que sea un buen trabajo. En otras palabras, un empleo que te repercuta ingresos suficientes no sólo para llegar a final de mes o independizarte, sino que, además, te proporcione recursos para ahorrar. La mayoría de las personas en la veintena se conforma con objetivos más modestos. Sin embargo, no resulta tan infrecuente dar con jóvenes de entre 25 o 27 años y la treintena que ya tienen contratado un plan de pensiones.
De hecho, cerca de la mitad -en concreto, el 48%- de los llamados millennials -los nacidos entre 1980 y 2000- ahorra, porque no está segura de su futuro en materia de finanzas. Esto es, que están concienciados de que necesitarán rentas complementarias, teniendo sobre todo presentes los planes de pensiones, según encuesta llevada a cabo por Nielsen.
Si es tu caso y no andas mal de ingresos, tienes la ventaja de contar con tiempo para asumir una mayor cuota de riesgo. Como consecuencia, podrás mantener una alta exposición a renta variable (del 80% o más), según los especialistas de la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA por sus siglas inglés).
El plan de pensiones después de los 30 años
Ya en el segundo escalón, cabe recordar que la mayoría de las personas suscribe un plan de pensiones en la horquilla de edad que va desde los 35 a los 55 años. Así que, a partir de los 30, resulta más común firmar un plan de pensiones que en la década anterior.
De nuevo desde la EFPA, el consejo es una combinación de renta variable (60%) y renta fija (40%). Por su parte, los expertos de BBVA son algo más lanzados y ven con buenos ojos una cartera en la que mande la renta variable hasta en un 70%. No obstante, reconocen que se trata de un activo más arriesgado, aunque con una rentabilidad potencial mucho mayor a muy largo plazo. Si se dan pérdidas producidas por un riesgo asumido tanto en la veintena como en la treintena, la gran ventaja es que el plazo para recuperarse es más amplio.
El plan de pensiones más allá de los 50 años
Si damos un salto hasta la cincuentena, el panorama cambia. De este modo, en la entidad que preside Francisco González opinan que es un buen momento para que la renta fija (60%) pase a tener un creciente protagonismo en relación a la renta variable (40%). En lo que se refiere a la EFPA, sus analistas coinciden en esa horquilla.
A partir de este punto, dado que se acerca el momento del retiro, conviene recordar cómo está la edad de jubilación en España. Pues bien, en cuanto a 2018, queda en 65 años de edad si has cotizado 36 años o más. Si no has llegado a ese mínimo, entonces la edad de jubilación para el ejercicio en curso es de 65 años y seis meses. Desde aquí a 2027 esa edad mínima irá aumentando hasta llegar a los 67 años siempre que no se haya llegado al mencionado periodo mínimo cotizado.
El plan de pensiones tras los 55 años de edad
Llegados a este punto, como se suele decir, «tonterías, las justas». En el mundo de los planes de pensiones, ese dicho se traduce en asumir los mínimos riesgos. Aunque quizá te entre un cierto agobio, todavía cuentas con un cierto margen para lograr juntar unos ahorros que complementen tu paga pública de jubilación. Te aconsejamos que te concentres en inversiones más seguras, aunque asumas que tendrán una rentabilidad baja. Por ello, los planes de pensiones de renta fija a corto plazo (24 meses) pueden ser una buena solución para los años previos a la jubilación.
Por su parte, desde el banco con sede en Bilbao, se recomienda a los ahorradores mayores de 55 años una cartera compuesta por un 30% en renta variable y un 70% en renta fija.
¿Tiene sentido un plan de pensiones después de los 60 años?
Finalmente, los analistas de BBVA recomiendan los planes de pensiones de renta fija para la franja que va desde los 60 a los 65 años. El objetivo es minimizar el riesgo y, al mismo tiempo, que puedas asegurar el capital que has ido acumulando a lo largo de los años.
¿Cuál es la edad más aconsejable para contratar un plan de pensiones?
En último lugar, si te preguntas cuál es la edad más aconsejable para contratar un plan de pensiones, al decir de los expertos, está en la franja de edad de entre los 35 y los 45 años. Esa afirmación se sustenta, al menos en parte, en el retraso que se produce hoy en día en la incorporación al mercado laboral. Así, por ejemplo, hay un sorprendente porcentaje de los jóvenes que logra su primer trabajo… a los 30 años de edad.
Tengas los años que tengas, debes tener claro que sólo con la paga pública de retiro es seguro que perderás ingresos en el momento de la jubilación, siendo los planes de pensiones una buena alternativa para compensar esa merma económica. No obstante, esta última afirmación es válida como norma general. Como en cualquier inversión, te aconsejamos que analices tu caso desde un punto de vista lo más independiente que te sea posible, así como con sosiego. Incluso dejándote asesorar por expertos profesionales si no te sientes seguro de tus movimientos o no sabes qué opción te conviene más en cada horquilla de edad.