Proteger nuestro plan de pensiones de los cambios del mercado no es una tarea sencilla, más aun cuando los planes de pensiones del sistema individual se convirtieron en los productos de ahorro más damnificados en lo que va del año, con una perdida media del 8%.
En primer lugar debemos tener en cuenta, que no es necesario cobrar el plan en este momento de inestabilidad de los mercados, sino que podemos esperar a hacerlo una vez recuperadas las pérdidas.
La reforma fiscal que entró en vigor en enero de 2007 introdujo la novedad de que el partícipe puede seguir realizando aportaciones una vez cumplidos los 65 años y recuperarlas por sí mismo. Con el anterior régimen fiscal, el capital correspondiente a las aportaciones realizadas cumplidos los 65 años sólo podía ser rescatado en caso de fallecimiento, es decir, por los herederos y no por el titular.
Con esto podemos ver, que aunque llegue el momento de nuestra jubilación podemos continuar con nuestro plan de pensiones, realizando nuevas aportaciones o no, sin que exista un imperativo que nos obligue a cobrar nuestro dinero. Mientras no necesitemos el dinero y en función de las minusvalías acumuladas y del plazo que se fije para la recuperación, podemos continuar con nuestro plan de pensiones en espera de los ciclos alcistas, que vuelvan a reavivar nuestra inversión.
Además, aun en el caso de que no se realicen aportaciones adicionales una vez cumplidos los 65 años, ninguna gestora puede de ninguna manera elevar el cobro de comisiones.
En conclusión, para quienes cumplen los 65 este año la mejor alternativa es esperar que los mercados se estabilicen un poco. Por su parte, para quienes acaban de entrar en la década de los sesenta y tengan este año pérdidas en un plan de renta fija mixta, no vale la pena cambiar a otro plan, ya que todavía le quedan cuatro o cinco años para recuperar lo perdido. En cuanto a los planes de pensiones más conservadores, los monetarios y los de renta fija a corto plazo, son los únicos refugios de rentabilidad en la actualidad aunque con ganancias muy limitadas.