Cuando una persona se plantea por primera vez contratar un plan de pensiones, lógicamente la primera duda que le asaltará, una vez conocido el funcionamiento de estos productos es la elección del plan de pensiones que más le va a convenir.
Vamos a suponer que el usuario que va a realizar este nuevo plan de pensiones tiene menos de esa edad citada anteriormente.
La primera tentación, sobre todo cuanto más joven sea el usuario, será la que viene prácticamente indicada en esos mandamientos no escritos de la elección de planes de pensiones; a mayor distancia de la jubilación mayor nivel de riesgo asumible. De esta manera parecería que lo más adecuado sería lanzarse a un producto en el que nuestra cartera fuera eminentemente basada en renta variable con un poquito de renta fija por aquello de estabilizar; un equilibrio que podría situarse por ejemplo en un 80%/20%.
Sin embargo, esta afirmación, muy extendida, es también muy relativa.
Obviamente en un panorama idílico, en el que los mercados evolucionan más o menos de manera convencional, es un planteamiento acertado jugar con el riesgo a largo plazo en busca de la rentabilidad más alta que este tipo de productos nos pueden proporcionar; sin embargo, si nos situamos en el entorno de los últimos años, con unos movimientos verdaderamente preocupantes en los mercados y una volatilidad explícita verdaderamente preocupante, tal vez ese exceso de riesgo en un primer producto de ahorro jubilación empieza a no tener tanto sentido y pueden cobrar peso otras alternativas como los planes de pensiones vinculados a renta fija pública o privada, jugando por ejemplo con la mayor rentabilidad a mayor riesgo de la deuda periférica, combinando esta apuesta con la deuda pública de países más sólidos donde el rendimiento es menor pero las garantías mayores.
Con esto lo que realmente buscamos es incorporar, en ese primer plan de pensiones a contratar, un elemento en juego a añadir que hasta ahora, imbuidos por la máxima de a mayor distancia mayor riesgo, no jugaba un papel importante; la coyuntura económica del momento, que también ha de ser tenida en cuenta a la hora de la elección.
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