Una de las cuestiones que más habitualmente se preguntan las personas una vez que pasan de los 50 es cuándo estaré preparado, financieramente, para retirarme. En otras palabras, cuándo seré independiente económicamente para poder jubilarme y disfrutar de la llamada edad dorada. En el blog de MintLife, Alan J. McMillan, fundador de LearnEarnRetire, explica el método del ‘Ratio ganar menos gastar’ con el que podemos saber si podremos disfrutar cuando nos jubilemos con lo que ya hemos trabajado o necesitamos trabajar algo más, para ahorrar más y asegurarnos un futuro sin sobresaltos.
El método es muy sencillo, tan solo es una resta. Se trata de calcular primero nuestros gastos anuales cuando lleguemos al momento de la jubilación. Es decir, cuánto dinero preciso para hacer frente a los gastos fijos que considero que tendré en un año. Ahí debemos colocar nuestra manutención, alguna hipoteca que estemos pagando y los gastos extras que sospechemos que podemos tener como un plan de salud o un capital guardado anualmente para hacer un viaje. Hay que tener en cuenta que muy pocas personas hacen presupuestos exactos sobre los gastos que tenemos y, por tanto, no saben exactamente cuánto dinero se gastan mensualmente o anualmente. Por eso, para aplicar este método hay que ser preciso y apuntar todos los futuros gastos que esperamos y abrir la puerta a otros inesperados.
El segundo paso es calcular los ingresos que tendremos cuando nos jubilemos. Ahí deberemos anotar la pensión que nos queda, si es que tenemos la esperanza de que quede algo cuando vayamos a jubilarnos, los planes de pensiones aparte que tengas, las acciones e inversiones, los negocios y arrendamientos que tengas u otros ingresos extras con los que estás seguro podrás contar… Dicho de otra manera, debes anotar todas aquellas fuentes de ingresos con las que contarás a partir del momento en el que te jubiles. También es importante ser preciso en este punto porque es la mejor manera de que este método tenga validez y sentido.
El tercer y definitivo paso es hacer una simple resta entre lo que esperamos ingresar anualmente una vez que nos jubilemos y lo que creemos que gastaremos en ese mismo periodo de lo que saldrá un resultado. Si es positivo, enhorabuena, ya puedes pensar en jubilarte cuando piensas. Si por el contrario es negativo deberías pensar en jubilarte más tarde o rehacer desde ya tu presupuesto bajando los gastos e intentando subir los ingresos, todo ello con el objetivo de ser financieramente independiente cuando nos jubilemos.
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