El mejor momento para hacer un plan de pensión, según Santiago García Alonso responsable de productos de inversión de Citibank, “cuanto antes mejor”. García Alonso recuerda que este tipo de productos tiene un efecto de capitalización, sin embargo, cuanto más joven es al persona menos capacidad de ahorro tiene porque está inmerso en otros esfuerzos financieros como la compra de una vivienda. “Normalmente se empieza a pensar en este tipo de productos a partir de 40 a 45 años”.
Por su parte, Luis María Sáez de Jaúregui, director de Vida, Ahorro y Productos financieros de AXA, las reformas que introducirá el Gobierno suponen una merma de la pensión de jubilación. Para evitar esto, Axa recomienda contratar un plan de pensiones justo cuando se incorpora a la vida laboral. “Esto es así porque aunque al principio las aportaciones serán mínimas el efecto exponencial de los planes de pensiones y plazo hará que al final el capital acumulado, más los intereses generados sea importante”.
Un plan de pensiones es una modalidad de ahorro que tiene como finalidad complementar y no sustituir la pensión de jubilación. Pasado un tiempo, permite recuperar el valor de lo invertido más los intereses generados. Generalmente esos ingresos se invierten en un fondo con una serie de ventajas fiscales específicas.
Una entidad gestora se encarga de administrar el dinero. Es decir, de controlar las cantidades invertidas y de informar a los participantes de cómo evoluciona el valor del fondo. En cuanto al valor se calcula diariamente y para ello de divide el dividendo del patrimonio total del fondo entre el número de participantes.
En cuanto a las aportaciones, desde la reforma fiscal del 1 de enero de 2007 se establecen unos importes máximos anuales en las aportaciones, siendo de 10.000 euros para los menores de 50 años y de 12.500 euros para los partícipes de más de 50 años. Para el responsable de productos de inversión de Citibank, se debería aportar el máximo permitido anual, sin olvidar que tiene una fiscalidad favorable sobre el IRPF.
Desventajas
Los planes de pensiones no se pueden rescatar salvo en casos muy puntuales: como jubilación, fallecimiento del partícipe y los supuestos especiales de liquidez, es decir, invalidez absoluta y permanente del partícipe, paro prolongado (más de dos años) y enfermedad grave.
Sin embargo, estas características de falta de liquidez puede generar algún inconveniente, pero tiene “más ventajas que desventajas” augura García Alonso. El hecho de que sea un plazo en el tiempo determinado y además relativamente largo hace que limiten las tentaciones de salir. Por otro lado, genera una disciplina de ahorro. Tampoco hay que huir de la renta variable, apostando por los mercados emergentes, que pueden ofrecer rentabilidades de hasta el 60%.
Por su parte, desde Bankinter no se considera que la iliquidez del plan de pensiones como una desventaja, ya que es un producto a largo plazo, recuerda Juan María Rojo. Sin embargo, cree que la fiscalidad se podría mejorar.
Para Axa la iliquidez tampoco constituye una desventaja en sí, ya que hay determinados momentos en lo que los planes de pensiones se pueden rescatar. Por otro lado, cree que este tipo de productos pueden complementarse con otros, como los PIAS.