El ahorro es un objetivo que debemos ponernos a lo largo de nuestra vida. Cuanto antes comencemos a llevarlo a cabo, antes seremos conscientes de los beneficios que nos aporta, y más nivel de ahorro tendremos.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, la clave para lograr un buen ahorro a lo largo de nuestra vida no es pensar en el dinero que deberíamos ahorrar durante toda nuestra vida, sino la cantidad que es necesaria ahorrar en las distintas etapas de la misma.
Inculcar el ahorro desde su infancia
Por desgracia, hasta el día de hoy no se educa a los menores en los centros de formación sobre la importancia que tienen ciertos aspectos económicos en sus vidas, entre ellos el ahorro. De manera que la tarea de inculcar la importancia que tiene recae sobre los padres o adultos influyentes en la vida del menor, para que una vez que llegue a la mayoría de edad sepa manejarse en ciertos conceptos y además haya conseguido ahorrar cierta cantidad de dinero.
Lo más importante para conseguir que los menores comprendan lo importante que es el ahorro, es precisamente enseñándoles el valor del dinero. Por lo tanto, es importante no colmar de caprichos al menor. Por ejemplo, lo que se puede hacer es administrarle una paga, a través de la cual pueda aprender la importancia de no realizar demasiados gastos superficiales y reservar su dinero para una compra futura que le aporte más rentabilidad y satisfacción.
Mayoría de edad y hasta los 30 años
Una vez que lleguemos a este punto, la persona ya debería ser consciente de la importancia que tiene el ahorro, especialmente enfocado de cara la jubilación. La cantidad ahorrada no es igual para todos, ya que cada persona tiene un nivel de ingresos diferente. No obstante, la meta en estos momentos de nuestra vida, debe ser destinar el 10% de nuestros ingresos al ahorro.
Pasados los 30, hasta los 45
Durante este momento de nuestra vida es cuando realizamos un crecimiento profesional importante, de forma que los ingresos aumentan y por ende también los gastos que queremos asumir.
Lo ideal durante este periodo de tiempo de nuestras vidas, es enfocar nuestro aumento en el nivel de ingresos para alcanzar cierto nivel de patrimonio, como por ejemplo comprar una vivienda. Además, en este momento también será crucial la contratación de un seguro de vida o de ahorro, entre otros, y también es un buen momento para plantearse invertir, si todavía no lo habíamos hecho.
Es importante recordar que hay gastos que no son necesarios realmente para nuestra economía familiar, y que debemos darles la menor importancia posible para mantener un buen nivel de ahorro y estabilidad financiera.
Lo adecuado durante esta etapa es destinar un 15 o 20% de nuestros ingresos al ahorro. Lo ideal es destinar esa cantidad de dinero a un producto de ahorro activo que nos produzca ciertos beneficios y rentabilidad.
Con 45 hasta la jubilación
Se trata de un momento en el que lo prioritario es afianzar los ahorros focalizándose casi de manera exclusiva en nuestra jubilación. Todos los bienes que adquirimos en la anterior etapa ya se encuentran amortizados o casi al completo.
El nivel de ingresos que tenemos que destinar al ahorro durante estos años de nuestra vida, debe alcanzar el 25%. Los expertos suelen recomendar que combinemos nuestros ahorros con sistemas alternativos, por ejemplo mediante la contratación de un seguro de vida.
Está demostrado que es especialmente en esta etapa cuando más cometemos el error de realizar gastos innecesarios. Esto se debe a que los gastos como unidad familiar van descendiendo y nos sentimos confiados para gastar nuestro dinero en reformas innecesarias o compra de electrodomésticos, entre otras cosas. Es algo que hay que evitar a toda costa si realmente no es algo que necesitemos. Cuanto más cerca de la jubilación estemos, sería conveniente aumentar el dinero destinado al ahorro en un 30%.