Según datos oficiales, en los últimos 10 años se han llegado a perder un total de 1,3 millones de partícipes en lo que respecta a los planes de pensiones. Esta situación puede empeorar gravemente a causa de la caída de la desgravación por las aportaciones.
Parece ser que los mejores años de estos productos financieros, ya pasaron. Y es que, durante el siglo pasado, los planes de pensiones comenzaron con más de 310.000 partícipes, que a finales del pasado año 2010, llegaron a convertirse en 10,83 millones de inversores. No obstante, fue a partir de ese momento en que este famoso producto financiero comenzó a perder fuerza.
La caída de participes en los planes de pensiones
A día de hoy, y principalmente a causa de la crisis económica que está generando la pandemia por Covid-19, los datos de cierre del tercer trimestre indican que el número de partícipes de estos planes se ha reducido por debajo de los 9,5 millones. Esto viene a suponer una caída de 1,3 millones de inversores desde el año 2010.
Esta importante bajada afecta especialmente a los planes de pensiones individuales, en cuyo momento de mayor demanda disponían de 8,6 millones de partícipes, y actualmente esta cifra se ha reducido hasta los 7,47 millones. En segundo lugar, los planes de pensiones más afectados han sido los de empleo, cuya cifra ha descendido de los 2,179 millones hasta los 1,996 millones actuales.
Existen varias razones por las que se está llevando a cabo esta baja de partícipes. Una de ellas es que hay muy poca competencia en el mercado de los planes de pensiones, y esto provoca que los costes de este tipo de productos sean mucho más costosos, al mismo tiempo que aportan un bajo nivel de rentabilidad en comparación con los fondos de inversión.
Es por ello que los usuarios, especialmente ahora a causa de la crisis económica generada por la pandemia, deciden dejar estos productos para acceder a otros que les aporten menores costes pero mayor nivel de rentabilidad. Los expertos señalan que las entidades bancarias tampoco ponen mucho empeño en aumentar la demanda mediante incentivos que puedan despertar el interés de los usuarios, cuando precisamente esta sería la clave para poder volver a sus cifras más altas.
Como ya hemos dicho, a consecuencia de la poca demanda y competencia que tienen los planes de pensiones, los productos financieros que han pasado a cobrar mayor protagonismo, han sido los fondos de inversión. Los usuarios prefieren este producto ya que se muestra mucho más versátil y especializado que otros, y se dispone de mucha más información sobre ellos para poder contratar el que mejor se adapte a sus necesidades y exigencias personales.
A consecuencia de esto, los planes de pensiones han perdido gran parte del prestigio y de la demanda que a lo largo de los años habían logrado conseguir. Mientras el número de usuarios pertenecientes a planes de pensiones caía en picado, el de fondos de inversión no hacía más que aumentar.
Además, la caída de la demanda no es solamente el factor que más preocupado tiene a los planes de pensiones, ya que existe una preocupante incertidumbre acerca de los cambios fiscales que se van a llevar a cabo sobre ellos. El Gobierno planea reducir durante el siguiente año la desgravación anual de estos productos de 8.000 a 2.000 euros, lo que sin duda alguna supondrá un grave perjuicio para los planes de pensiones, que pueden incluso hacerlos desaparecer a largo plazo.