Contratar dos o más planes de pensiones te permite diversificar tus ahorros frente a la jubilación, aumentar las posibilidades de obtener de ellos un rendimiento medio y desarrollar estrategias diferenciadas, así como reducir la volatilidad de la inversión y las posibles pérdidas.
Tendemos a pensar que el momento de la jubilación está lejos. Sin embargo, puede que ya te hayas dado cuenta de que hay un momento en el que la vida se acelera y los años pasan como meses, los meses parecen semanas y las semanas se hacen días. Tengas o no esa sensación, antes o después tu vida laboral acabará, dejarás tu puesto de trabajo y pasarás a ser pensionista.
El plan de pensiones, alternativa a la jubilación pública
Teniendo en cuenta que hay una pérdida de ingresos en el momento de la jubilación, conviene estar preparado para cuando llegue. Máxime cuando el sistema público de pensiones se encuentra de capa caída. De hecho, en parte por ese motivo, las personas que aspiran a retirarse algún día con unos ingresos suficientes -es decir, con una tasa de sustitución razonable-, o al menos dignos, buscan alternativas en el sector privado. No sólo los que se encuentran ya cerca de la jubilación, sino también jóvenes que accedieron hace poco al mercado laboral. La opción preferida entonces son los planes de pensiones.
¿Conviene tener más de un plan de pensiones?
Aunque algunos ahorradores suelen asociar este producto con tener sólo uno de ellos contratado, no tiene por qué ser forzosamente así. De hecho, incluso hay personas que se preguntan si es legalmente posible tener más de un plan de pensiones. Por supuesto, puede hacerse. Teniendo ese punto claro, ¿conviene tener más de un plan de pensiones? Pues dependerá de cada caso y del perfil correspondiente, pero tener dos de estos instrumentos de ahorro contratados o más tiene una clara ventaja: la diversificación.
En ese sentido, si la diversificación es una de las máximas de la inversión que todo asesor profesional recomienda, ¿por qué no aplicarla también a los planes de pensiones? Siguiendo, lógicamente, la filosofía de ese dicho popular que alerta de ‘poner todos los huevos en la misma cesta’. Así que para el momento de la jubilación, no sólo puedes -y hasta debes- tener preparado un plan B, sino un C, un D o tantos como quieras. Eso sí, cuentes con los que cuentes, no te libras de las comisiones en los planes de pensiones.
Aunque quizá la estrategia más tradicional era tener un solo plan de pensiones, si lo piensas bien, puede ser muy útil tener varios y diversificar así el ahorro de cara a la jubilación entre tantos planes de pensiones como quieras. Asimismo, también puedes aplicar a esos distintos capitales estrategias igualmente diversas, invirtiéndolos de manera agresiva, conservadora o como prefieras.
Lo primero que hay que decir es que todo plan de pensiones tiene ventajas fiscales muy interesantes, así que en buena lógica, cuantos más tengas, más podrás beneficiarte. En un país que no puede garantizar las pensiones a medio o a largo plazo, como le ocurre a día de hoy a España, todo lo que suponga ahorrar es interesante. En ese sentido, las aportaciones máximas deducibles son las mismas tengas uno, dos o los planes de pensiones que sean. En su conjunto no deben exceder el límite establecido, que asciende a 8.000 euros o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas. La que resulte menor de las dos.
De la misma manera, ten en cuenta que, por muy buen comportamiento histórico que haya tenido un plan de pensiones, siempre puede empeorar y, de tener solo uno, estás atado a su rendimiento. Sin embargo, al diversificar entre varios planes de pensiones resulta más sencillo asegurarte un rendimiento medio, reduciendo la volatilidad del ahorro y la posibilidad de registrar pérdidas.
Además, teniendo varios planes de pensiones puedes hacer traspasos entre ellos para conseguir el mayor beneficio sin que este movimiento tenga ningún coste económico o fiscal, amén de poder tener posiciones diferentes.
Combinar dos planes de pensiones
Asimismo, también puede ser interesante tener varios planes de pensiones para diversificar en función de las inversiones. Es decir, que un mismo partícipe podría hacer la mayor parte de las aportaciones a un plan conservador de renta fija a corto plazo y otra parte invertirla en un plan de pensiones de renta variable. Su elección dependerá de sus necesidades y del perfil de riesgo en el que encaje.
Compaginar con un plan de pensiones de empleo
En último lugar, dado que una misma persona puede contratar varios de estos instrumentos de ahorro y que éstos pueden ser planes de pensiones de distinto tipo, cabe destacar el caso más habitual en el que se compaginan dos de ellos y que es especialmente ventajoso. Se trata del ahorrador que tiene un plan de pensiones de empleo al que su empresa contribuye y otro individual, en el que él mismo hace aportaciones.
Así que, como ves, puede resultar muy conveniente tener más de un plan de pensiones. Por tanto, si puedes, si tienes capacidad para ello, te recomendamos que tengas dos planes de pensiones o más: son todo ventajas.
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