Si tienes un plan de pensiones o estás pensando en abrir uno, esto te interesa. A partir de 2025, el Gobierno va a meter mano a la fiscalidad de estos productos. No estamos hablando de un retoque menor: puede afectarte directamente, tanto si aportas todos los años como si estás cerca de rescatar.

Te lo explico claro, sin tecnicismos raros y al grano. Para que sepas qué puedes ganar (o perder) con lo que viene.
Lo más importante: podrás sacar parte del dinero antes de jubilarte
Hasta ahora, si querías rescatar tu plan, tenías que jubilarte, tener una incapacidad reconocida o encontrarte en alguna de las causas «especiales» que marca la ley. Pues eso va a cambiar. A partir del 1 de enero de 2025, se podrá rescatar el dinero que lleve al menos 10 años en el plan, sin necesidad de cumplir ninguna de esas condiciones.
Así que, por ejemplo, si metiste dinero en tu plan antes del 31 de diciembre de 2015, ese capital ya podrás sacarlo en 2025. Y lo mismo pasará en los años siguientes con lo que aportes cada vez.
Suena bien, ¿no? Más libertad para tocar tu dinero. Pero ojo, porque no todo es tan bonito.
El rescate anticipado tiene truco (y se llama IRPF)
Aquí es donde hay que ir con cuidado. Ese dinero que rescates cuenta como rendimiento del trabajo. Vamos, que tributa igual que un salario. Y si lo haces todo de golpe, puede hacerte saltar a un tramo del IRPF más alto. Resultado: pagarás más a Hacienda.
Por eso, aunque tengas la posibilidad de sacar el dinero antes de jubilarte, no siempre será lo más inteligente. Si estás en activo y con buenos ingresos, puede salirte caro. Si estás ya jubilado o con ingresos bajos, puede compensar más.
La clave es planificar el rescate con cabeza, no hacerlo solo porque ahora te lo permiten.
Ojo también con las comisiones
Este cambio no viene solo. Desde hace unos años, las comisiones máximas de los planes de pensiones han ido bajando, y en 2025 seguirán en esa línea. En general, se sitúan ya por debajo del 1,25 %, e incluso menos si el plan es de renta fija.
Es buena noticia porque, aunque no lo notes mes a mes, una comisión más baja marca la diferencia a largo plazo. Sobre todo si llevas años metiendo dinero en tu plan.
Entonces, ¿ganamos o perdemos?
Pues depende de cómo lo mires y de cómo lo gestiones tú. Porque:
- Si no tocas el plan hasta jubilarte, nada cambia demasiado.
- Si quieres rescatar una parte antes, ahora podrás, pero con su coste fiscal.
- Y si tu plan tiene comisiones altas, puedes plantearte cambiarlo por otro más competitivo, ahora que las reglas son algo más favorables.
Vas a tener más libertad, pero también más responsabilidad. El Gobierno no te va a impedir sacar tu dinero, pero tampoco te va a perdonar impuestos si lo haces en mal momento. Así que lo ideal es informarse bien, mirar tu situación personal y si hace falta, hablar con alguien que sepa del tema.