El valor de los fondos de jubilaciones y pensiones no solo está cayendo en España. Es un fenómeno internacional, que abarca tanto a los sistemas obligatorios como a los voluntarios.
En EEUU, cuna de la crisis, los fondos de pensiones públicos y privados y las cuentas privadas de retiro -algo así como nuestros planes de pensiones y que son conocidos como 401 K– han perdido cerca del 30% de su valor general a fines de 2008 con respecto al inicio de la crisis, allá por mediados de 2007.
Sin embargo, este fenómeno no afectó solo a los países más desarrollados, sino que llegó a todo el planeta.
En Chile, modelo de jubilación privada que luego siguió buena parte de Latinoamérica, el valor de los fondos de pensiones disminuyó en 2008 unos 16.184 millones de dólares, un 14.9%. Si la comparación se hace a julio de 2007, la desvalorización ronda los 25.000 millones de dólares, casi el 30%.
En Perú, en el 2008, la caída de rentabilidad fue del 17%, perdiendo más de 5.000 millones de dólares en el año. En México y en Colombia hubo caídas similares. En Argentina, antes de la nacionalización del sistema de pensiones privadas, la caída de patrimonio rondó los 7.500 millones de dólares, alrededor del 20% del total.
El debate que se hizo en todos los países es con respecto a las comisiones de las gestoras y administradoras. El debate se centra en la siguiente afirmación: «Es muy cómodo decirles a los partícipes que perdió el 50% de los fondos mientras las gestoras siguen cobrándoles por administrar -por lo visto muy mal-. su dinero». ¿Que sucederá con esto en el futuro? El debate está abierto.
En fin, el refrán «a río revuelto, ganancia de pescadores» parece que no se aplica a la actual crisis. Más bien parece «Todos ponen».