En muchos países, el sistema de pensiones opera bajo una estructura de contribución, lo que significa que los montos que recibes durante tu jubilación están estrechamente ligados a lo que aportaste durante tus años de trabajo. España, por ejemplo, cuenta con un sistema en el que las cotizaciones durante la vida laboral determinan el monto que se recibe como pensión. Pero, ¿cuánto se necesita ganar y cotizar para acceder a una pensión máxima superior a los 3.000 euros?
Cantidad de dinero que debemos aportar para tener la máxima pensión
Para determinar la cuantía de la pensión, se calcula la base reguladora. Esta se establece como el promedio de las bases de cotización del trabajador durante un número determinado de años previos a la jubilación. En España, este período ha ido aumentando gradualmente y, a partir de 2022, se toman en cuenta los últimos 25 años de cotización.
Para aspirar a una pensión máxima, idealmente, el trabajador debería haber cotizado por la base máxima durante esos años de referencia. La base máxima de cotización cambia anualmente y está sujeta a revisión en los presupuestos generales del estado. Si un trabajador ha cotizado por el tope máximo durante el período de referencia, tendrá más posibilidades de acceder a la pensión máxima.
El número de años cotizados no solo afecta la base reguladora sino también el porcentaje aplicable sobre esa base para determinar la cuantía final. Por ejemplo, para recibir el 100% de la base reguladora en España, se necesita haber cotizado al menos 37 años (esto puede variar según las reformas y actualizaciones de la ley). Años adicionales de cotización pueden proporcionar porcentajes superiores al 100%, pero hay un límite máximo establecido.
Es esencial tener en cuenta que las pensiones se revalorizan anualmente, sujeto a determinadas condiciones económicas y presupuestarias. Por tanto, aunque en un momento determinado se pueda estar cobrando la pensión máxima, su valor nominal puede variar con el tiempo debido a estas revalorizaciones.
A medida que la esperanza de vida aumenta, es probable que el gobierno introduzca modificaciones para equilibrar el sistema de pensiones. El factor de sostenibilidad es uno de esos elementos que se ajustará con base en la evolución de la esperanza de vida, lo que puede afectar la cantidad final de la pensión.
Periodos sin cotizar, o con cotizaciones muy bajas, pueden reducir considerablemente la cantidad final de la pensión. Es crucial ser consciente de estos periodos y, si es posible, tomar medidas para compensarlos, ya sea cotizando voluntariamente o aprovechando convenios especiales.
Existen determinadas circunstancias laborales, como los contratos a tiempo parcial, que pueden afectar la base de cotización y, por ende, la pensión futura. Es vital entender cómo estas particularidades inciden en las aportaciones al sistema y, en consecuencia, en la pensión que se percibirá.
En algunos casos, el sistema reconoce bonificaciones, como el complemento por maternidad o por haber cotizado más años de los requeridos. Estos complementos pueden ser clave para aproximarse a la cifra de la pensión máxima.
El momento en que decides jubilarte también influye en la cantidad de tu pensión. Aunque la edad legal de jubilación es un referente, existe la posibilidad de jubilarse de forma anticipada (con una reducción en la pensión) o de retrasar la jubilación (lo que puede aumentar la cuantía).
Es esencial realizar una simulación de la pensión periódicamente. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ofrece herramientas para esto. Estas simulaciones permiten tener una visión más clara de lo que se puede esperar y tomar decisiones informadas sobre aspectos como el momento de jubilación o las aportaciones adicionales.