La herencia es el patrimonio de un difunto, ya sea a nivel económico como en propiedades, que pasa a ser de otra persona. Es decir, cambia de dueño.
Se trata de un proceso legal de suma importancia y que muchas veces puede llegar a ser muy complicado. Es importante por tratarse de una forma de transmisión de patrimonio básico.
Antes de la herencia
El primer elemento de una herencia es por definición el testamento. Esto es, el texto que determina la voluntad del fallecido respecto a su patrimonio. Esta es la forma más primitiva, clara y concisa de aclarar la gestión de la herencia.
En muchas ocasiones no se cuenta con un testamento, en ese caso, necesitamos seguir ciertas normas que determinan cómo se reparte este patrimonio.
Herederos: explicación
Los herederos es lo que se entiende que son los sucesores naturales del difunto. Hay bastante discusión con los límites de esta figura, ya que muchas veces se habla de otra idea que es el legatario. La diferencia entre ambos es que el heredero recibe del patrimonio en su total o un porcentaje, depende de lo que la ley le adjudique. Hay una parte de la herencia, denominada legítima, que hace referencia a la parte de la herencia que recae obligatoriamente sobre los herederos y que no pueden decidirse libremente.
Existe la posibilidad de que se cuente con un solo heredero, en ese caso, todo el patrimonio pasa a ser suyo automáticamente y de forma directa. Por defecto, si hay más de un heredero, se reparte el total a partes iguales, salvo que el testamento haya especificado lo contrario.
Es importante saber que el heredero natural o universal no solo recibe lo positivo, como inmuebles o dinero, sino también las obligaciones que vienen con ellos, así como otras responsabilidades económicas como las deudas o hipotecas.
Legatarios: explicación
Un legatario es muy diferente a un heredero en sus características. Un legatario es una persona que figura en la herencia de forma concreta y que se ha estipulado así en el testamento de forma específica. El legatario sólo será dueño de aquello que se haya especificado de forma concreta, también. Es decir, es alguien fuera de los herederos universales que el difunto ha incluido en su testamento.
¿Qué son las legítimas en las herencias?
Las legítimas, como ya hemos explicado antes, son aquella parte de la herencia que no está en manos del testador. Son partes de la herencia que están bajo la protección de la ley por el vínculo que tienen estas dos personas, en este caso familiar. Hay tres tipos de herederos, los descendientes, como hijos, los ascendientes, como los padres y los cónyuges, es decir el marido o la mujer.
En estos casos, las legítimas quedan en entredicho por la presencia de más de un heredero forzoso. En España estas decisiones y reglas quedan en manos de las Comunidades Autónomas. De todas formas el derecho común siempre está presente y se impone en caso de falta de legislación en las comunidades.
¿Cómo funciona la legítima? Los hijos y descendientes, considerados herederos forzosos recibirán dos terceras partes de la suma del patrimonio. De estos dos tercios, el primero debe de adjudicarse a partes iguales entre el número de descendientes. El segundo debe ir para los descendientes también, pero es decisión del testador en qué porcentaje organizarlo. Ese tercio sobrante también puede adjudicarse a los hijos, pero es decisión del testador, esto es, es su decisión al completo.
También contamos con el segundo tipo de herederos forzosos, que son los ascendientes, es decir, padres y madres. Esta situación solo se da si el fallecido no tiene descendientes, ya que lo natural y la prioridad es que si tiene descendientes, la herencia vaya para ellos de forma automática como hemos explicado antes. En caso de haber marido o mujer, dos terceras partes del total serán para él o ella, y un tercio para el ascendiente.
El cónyuge también es un heredero forzoso, ya que se queda viudo. Lo que le corresponde al cónyuge cambia según la situación del fallecido. En caso de tener descendientes, mejora lo que este recibe, en el caso de solo tener ascendientes se habla de la mitad del total. En la situación de que sea el cónyuge el único heredero forzoso recaería sobre él dos terceras del total. Es decir, todo menos la parte de libre elección para el testador.
Como podemos ver, la herencia es un tema complicado, por ello, el testamento es un arma muy poderosa y de muchos valor y utilizada.