Si se consulta a cualquier experto, máxime a medida que el tiempo avanza, la mayoría de profesionales de las finanzas tenían que comiences a ahorrar cuanto antes para la jubilación. Te propondrán diversas medidas, diferentes modelos y distintas ideas, pero el concepto general es el mismo: resulta básico comenzar a ahorrar cuanto antes para el futuro.
Cómo se entrar aquí ahora a cuestionar los motivos por los que, a medio y largo plazo, el sistema de pensiones va a necesitar un refuerzo complementario de ahorro por parte del propio jubilado. De hecho, si hoy en día ya miras los importes de las pensiones, podrás comprobar cómo ya hoy en día es necesario tener ese complemento. Aquellos jubilados que a lo largo de su vida lograron obtener un ahorro, y ahora lo pueden emplear en complementar su pensión, para tener un poder adquisitivo muy superior que el de aquellos que, desafortunadamente, sólo pueden contar como recurso económico con la prestación por jubilación.
En este contexto debemos distinguir tres etapas fundamentales a la hora de ahorrar para la jubilación.
Primera etapa del ahorro para la jubilación
Esta es la primera etapa del ahorro para la jubilación, y también la que más consenso suscita sobre que es necesario comenzar a ponerla en práctica cuanto antes.
En general esta etapa debería comenzar las gamas incorporarse al mercado laboral y extenderse hasta los 30 o 35 años. También puede asociarse con el momento de tener hijos, ya que este es un momento diferencial.
En esta tapa el ahorro puede asumir más riesgos, se puede apostar en mayor medida por las inversiones, por las inversiones alternativas o por la renta variable, por ejemplo.
Segunda etapa del ahorro para la jubilación
En esta etapa comenzamos a preparar la consolidación de nuestros ahorros para la jubilación. Es la etapa que va entre los 30/35 años hasta los 50 años aproximadamente. Es una etapa importante porque, generalmente, es la de los grandes gastos, la adquisición de vivienda, etc.
El enfoque de esta etapa debe ser gradual y progresivo. Se deben ir limitando los riesgos que se asume con el ahorro, y a la vez, diversificando hacia nuevos modelos de ahorro con más seguridad, en este caso, vuelve a aparecer la renta fija, los seguros de ahorro medio plazo, y herramientas que equilibren el riesgo que seguiremos asumiendo con la renta variable o inversiones alternativas.
A medida que vamos cumpliendo más años, progresivamente vamos disminuyendo el riesgo que asumimos.
Tercera etapa
La tercera etapa es la que va desde los 50/55 años hasta la jubilación. Esta es una etapa de consolidación. El riesgo debe ir reduciéndose de manera gradual hasta desaparecer, ya que lo que interesa es consolidar la cartera. Por tanto, será un momento para apostar por herramientas que nos ayuden como planes de pensiones, seguros de ahorro y en general productos garantizados. Se puede mantener una parte de riesgo asumido, pero debe ser menor.
¿Y después de la jubilación?
Sí, nuestro nivel de vida es suficiente tras la jubilación entre la pensión y el dinero complementario que hemos generado, tal vez, podamos seguir generando más dinero con nuestro dinero. Es un error pensar que no es necesario invertir después de la jubilación. Al contrario, es una vuelta a los orígenes. El dinero que nos sobra sin perder nuestra calidad de vida, puede perfectamente ser empleado en un modelo de inversión que mezcle el riesgo con la seguridad, todo dependerá de lo que cada uno quiera plantear para el futuro de sus herederos, y de los riesgos que a título individual quiera asumir.