El lector habrá podido comprobar en varias ocasiones que además de revisar propuestas de planes de pensiones, también en ocasiones nos detenemos en un producto como los Planes de Previsión Asegurados. Esto es así en buena medida porque se trata de un producto también mude orientado obviamente a la jubilación y muy contratado por los usuarios, un producto que presenta las características propias diferenciadoras de los planes de pensiones, pero también puntos de encuentro con estos.
En esencia un plan de previsión asegurado (PPA) resulta ser un seguro de vida ahorro que en principio marca la recepción de las prestaciones que genere el momento de la jubilación, y que posee la característica de presentar unas rentabilidades aseguradas determinadas, una protección total del capital aportado y un tratamiento fiscal idéntico al de los planes de pensiones individuales.
¿Conoces las alternativas a los planes de pensiones? en este post te las detallamos
El carácter de producto de aseguramiento genera una doble vertiente de estos productos, por un lado el hecho de la obligación del aseguramiento del titular sobre una serie de riesgos pactados en el producto (habitualmente un seguro de vida) que a su vez genera la necesidad de la existencia de unos beneficiarios, y por otro lado el hecho de la obligatoriedad de la garantía de tipos de interés mínimos hasta vencimiento, aunque cada vez es más frecuente encontrarnos con productos que sobre una rentabilidad asegurada plantean la posibilidad de obtener mayores rentabilidades en función de la propia gestión del patrimonio del seguro o la evolución de la compañía correspondiente, que se plantean como elementos de atracción al producto y que en ningún caso amenazan una rentabilidad garantizada pactada de antemano y la devolución del total del capital aportado.
La cobertura principal lógicamente de este producto es la jubilación, pero, a la hora de su rescate puede presentar opciones en las que no penalizará dicho rescate, opciones como la enfermedad grave, la incapacidad absoluta o el desempleo de larga duración, algo que también comparte con los planes de pensiones y por supuesto la cobertura de fallecimiento que lleva aparejado un capital adicional que oscilará dependiendo del contrato.
Debemos hacer notar que al compartir fiscalidad, la suma de lo que anualmente aportamos a los planes de pensiones y a los PPA se tomará de manera conjunta a la hora de establecer el tope de desgravación que el producto nos va a permitir.
Por otro lado, a pesar de estos puntos en común, no va a ser posible el traspaso de un PPA a un plan de pensiones, aunque sí el traspaso entre PPA.