Deutsche Bank lanza un nuevo plan de pensiones que invierte en activos de alta calidad crediticia de países centrales de Europa.
El Plan de Pensiones Renta Fija Europa 2018 invierte en una cartera de activos de renta fija de alta calificación crediticia de países de la OCDE
La cartera del producto estará constituida por cédulas hipotecarías y territoriales, que permiten obtener atractivas rentabilidades sin renunciar a la seguridad.
La calidad crediticia media de los activos es AA, aunque la mayoría de la inversión se realizará en activos con un rating de AAA. Además, el Plan de Pensiones Renta Fija Europa 2018 permite diversificar la inversión geográficamente, ya que ofrece exposición a países europeos como Francia, Alemania, Holanda, Reino Unido o Dinamarca, entre otros.
Luis Martín Jadraque, que es Responsable del Centro de Inversiones de Deutsche Bank, opina que “este producto responde perfectamente a las necesidades actuales de los clientes que quieren planificar su jubilación. El Plan de Pensiones Renta Fija Europa 2018 permite preservar capital de forma segura y además ofrece atractivas rentabilidades, ya que las cédulas hipotecarias europeas brindan al inversor un diferencial interesante sobre la deuda emitida por el gobierno alemán”.
Este Plan de Pensiones, dirigido a clientes de perfil conservador, cuenta con un horizonte de inversión de seis años, lo que se traduce en el vencimiento de los activos el 30 de junio de 2018. Además, ofrece un 1,10% de comisión anual de gestión y un 0,05% de depósito y puede contratarse a partir de 30 euros en cualquier oficina de Deutsche Bank.
Distribución de la cartera: Las cédulas hipotecarias son títulos emitidos por una entidad financiera, que cuentan con una cartera de activos como colateral que le otorga una seguridad superior a otros productos como depósitos o bonos. Este tipo de productos cuenta con una legislación correspondiente a cada país en asuntos como la emisión, el mantenimiento o la supervisión.
(Fuente: https://www.db.com/spain/)
La principal ventaja es reducir la base imponible del IRPF, con los siguientes límites máximos, dependiendo de la edad del aportante:
- Si usted tiene hasta 50 años, el límite anual es 10.000 € (con el tope del 30% de la suma de los rendimientos del trabajo y de actividades económicas)
- Si tiene más de 50 años, el límite es de 12.500 € (con un tope del 50% de los ingresos).
Estos límites podrán subir ya que, con independencia de las reducciones anteriores, si su cónyuge percibe rentas inferiores a 8.000 euros anuales, podrá reducir las aportaciones realizadas a favor de su cónyuge, con el límite máximo anual de 2.000 euros.
Existen casos especiales para aquellas personas con minusvalía igual o superior al 65%, que podrán aportar hasta un límite de 24.250 euros. Y si usted es familiar de minusválido en línea directa, colateral hasta el tercer grado o cónyuge, y quiere hacer aportaciones a favor de éste, podrá hacerlas de forma complementaria a la suya, siempre con el límite de 10.000 euros anuales. En ningún caso podrá superarse conjuntamente el límite de 24.250 €.