Tras la reforma de la jubilación nos vamos a jubilar más tarde. Esto es un hecho, y otro hecho bastante factible es que el importe de las pensiones de jubilación no será equiparable y, realmente, será muy difícil mantener el poder adquisitivo al mismo nivel sólo con la pensión.
Esto implica que, para aquellas personas que miran hacia el futuro, el ahorro se convierte en una herramienta imprescindible para buscar ingresos complementarios que les permita, en su vejez, vivir con tranquilidad y sin problemas.
El comienzo de todo esto tiene que ver con el hábito de ahorrar. En muchas ocasiones hemos hablado en este mismo blog de la necesidad de instaurar cuanto antes el hábito del ahorro y mirar hacia el futuro en este sentido. Cuanto más consigamos ahorrar, y lo hagamos de manera más fluida y sólida, mayor tranquilidad económica aportaremos a nuestras vidas.
¿Qué es el efecto bola de nieve?
Realmente es una manera de explicar lo que el interés compuesto puede hacer por nosotros. El interés compuesto no es otra cosa que la suma del capital que ponemos ahorrar o invertir y el rendimiento obtenido vuelto a colocar en el mercado.
Es sencillo de entender. Imaginemos que todos los años somos capaces de ahorrar 1000 € y estos nos proporciona un rendimiento de 100 €. Si al año siguiente volvemos a invertir solamente 1000 € volveremos a obtener 100 €. Sin embargo, si el año siguiente invertimos los 1000 € más los 100 obtenidos en el rendimiento la ganancia sería superior, por ejemplo, de 1110 €. Con lo cual el segundo año podríamos invertir 2210 € y así sucesivamente.
A medida que pasa el tiempo la bola de nieve va creciendo ya que hemos ido acumulando intereses y capital. Lógicamente esto es un ejemplo simplista ya que, aquí hay que hacer que intervengan otros factores como, por ejemplo, las comisiones, los gastos, etc.
Sin embargo, el interés compuesto del efecto bola de nieve es el mejor amigo del ahorrador a largo plazo.
Cómo comenzar a ahorrar
No existe una herramienta mágica que nos permita comenzar a ahorrar de manera eficaz. Todo se basa en la constancia, una buena elección de cantidades y productos, y, sobre todo, un buen conocimiento de nuestras finanzas personales.
Parece imprescindible el hecho de poder ser capaces de realizar un análisis del ahorro a partir de la realidad de nuestra economía personal. Aquí entran en juego factores como elaborar un buen presupuesto, tener clara la relación de gastos e ingresos y ser capaz de optimizarla, etc.
En general, la recomendación es comenzar a ahorrar cuanto antes, cuanto más joven mejor y con constancia y proyección de futuro.