En 2025, los planes de pensiones indexados están en boca de todos. Este tipo de producto se ha convertido en una opción atractiva para quienes buscan combinar rentabilidad a largo plazo con bajas comisiones. Pero ¿qué los hace diferentes de los planes tradicionales?
Cómo funcionan los planes indexados
Un plan de pensiones indexado invierte en fondos que replican índices bursátiles, como el S&P 500 o el Euro Stoxx 50. En lugar de intentar «batir al mercado», su objetivo es igualar el rendimiento del índice, lo que reduce los costes asociados a la gestión activa.
La principal ventaja de estos planes es que sus comisiones son mucho más bajas. Mientras que un plan de pensiones tradicional puede tener comisiones de hasta el 1,5%, los indexados suelen situarse en torno al 0,5%, lo que supone un ahorro significativo a largo plazo.
Rentabilidad histórica
Aunque la rentabilidad pasada no garantiza resultados futuros, los planes indexados han mostrado un buen desempeño en los últimos años. Por ejemplo, un plan vinculado al S&P 500 podría haber generado una rentabilidad media del 10% anual en las últimas dos décadas (aunque con cierta volatilidad).
Esto los convierte en una opción ideal para perfiles más jóvenes, con un horizonte de inversión largo y tolerancia al riesgo.
¿Son para todo el mundo?
Los planes indexados son perfectos si buscas rentabilidad a largo plazo y estás dispuesto a asumir las fluctuaciones del mercado. Sin embargo, si te preocupa la estabilidad o te acercas a la jubilación, puede que prefieras una opción más conservadora, como un plan de renta fija.
En definitiva, los planes de pensiones indexados ofrecen una forma eficiente y económica de ahorrar para la jubilación. Si estás pensando en ellos, 2025 es un gran año para empezar.
