Afortunadamente, en los tiempos que corren disponemos de una amplia gama de opciones para escoger el mejor productos de ahorro que más se adapte a nuestras necesidades personales. Una de ellas es el Plan Individual de Ahorro Sistemático, que se trata de un plan de ahorro de cara a la jubilación, bastante interesante frente a otras opciones que encontramos en el mercado.
De qué manera funcionan los PIAS
La función principal de un PIAS es permitir la realización de aportaciones flexibles. De manera que no sólo vamos a poder realizar imposiciones únicas, sino aportaciones de manera periódica en el tiempo.
Ahorrar por medio de un Plan Individual de Ahorro Sistemático tiene como objetivo la acumulación de capital más rentabilidad para obtener un rescate en forma de renta vitalicia. Un aspecto que lo hace más atractivo frente a otras herramientas de ahorro en la jubilación es que, debido a la antigua reforma fiscal, era obligatorio cumplir con un periodo mínimo de 10 años para tener derecho a solicitar este tipo de renta.
Sin embargo, tras pagar la primera prima del PIAS este periodo de tiempo se ve reducido a la mitad.Es importante destacar que tiene un límite anual de aportación que no puede ser superior a los 8.000 euros, y de forma acumulable no puede superar los 240.000.
Como ya hemos mencionado anteriormente, este plan de ahorro dispone de gran flexibilidad a la hora de la liquidez, a diferencia de otros que existen en el mercado, que no permiten un rescate antes del vencimiento. No obstante, hay que tener en cuenta las consecuencias que tiene realizarlo.
Rescate y fiscalidad
Para empezar, en función del momento en el que realicemos el rescate, es muy poco probable que obtengamos beneficios de algún tipo. Además, los beneficios fiscales que se pueden conseguir cuando se cumple el período mínimo (5 años) y una vez que éste se transforma en renta vitalicia, no van a aplicarse en el rescate hasta que pase la fecha de vencimiento.
Este último es un dato importante a tener en cuenta, ya que las rentas vitalicias tributan como rendimiento de capital mobiliario. Si queremos realizar el cálculo, es importante conocer los porcentajes que corresponden a cada anualidad, que son los siguientes:
Se debe tributar un 40% menos si el beneficiario lleva 40 años utilizando el producto de ahorro. Un 35% menos si lleva entre 40 y 49 años. Un 28% si lleva entre 50 y 59 años. Un 24% si lleva entre 60 y 65 años. Un 20% 66 y 69 años. Y, finalmente, un 8% si lleva más de 70 años.
Como vemos se trata de una reducción proporcional al tiempo que el usuario ha estado usando el PIAS. Además, otra de las ventajas con las que cuenta este plan de ahorro frente a otros, es que contabiliza a la hora de acumular ahorro en productos similares.
En resumen, un PIAS es ideal para usuarios que no necesitan liquidez a corto o medio plazo. Durante el periodo de tiempo estipulado, su rendimiento es mucho superior al de otros planes, con el interesante añadido de que dispone de los mismos beneficios que una renta vitalicia y la posibilidad de rescate temprano. Por todas estas razones, es importante tenerlo muy en cuenta en el momento de escoger un producto de ahorro de cara a la jubilación.